Muchos de vosotros nos preguntáis acerca de cuál es nuestra estructura societaria favorita para eludir fiscalmente. ¿Cuál es el combo fiscal con el que conseguimos crear la magia de quedarnos con nuestra pasta?
Bueno, pues hoy veremos esto en más detalle porque, como imaginarás, la solución nunca es igual para todo el mundo.
Y ahora sí, vamos al lío.
La mejor estructura societaria para eludir fiscalmente
Evidentemente la mejor estructura societaria y fiscal variará en función de una serie de características que tenga tu empresa, por ejemplo:
- Es determinante la actividad que se lleva a cabo en tu negocio.
- Un volumen de facturación mayor o menor también es un factor a tener en cuenta.
- El tipo de negocio que tengas (presencial, online, híbrido… ya sabes).
En función de todo esto, normalmente te interesará más tirar por un camino o por otro. Para algunas personas lo mejor sería una LLC en Estados Unidos, y para otras quizá una empresa en Madeira.
3 empresas + residencia fiscal
A pesar de lo anterior, por lo general la estructura societaria que mejor funciona no tiene ni una, ni dos empresas. Tiene tres. Y sigue la siguiente receta:
- Normalmente una empresa estará en España o en el país donde tengas tu actividad presencial.
- Una segunda empresa estará en el extranjero, pero dentro de Europa.
- Y la tercera empresa estará en el extranjero, y además fuera de Europa.
Créenos, esta combinación es magia pura.
Si a todo esto le puedes unir una residencia fiscal (para tu persona física) ventajosa, entonces te marcas un pleno de cojones.
Que el miedo no te impida crear tu estructura societaria ganadora
Por desgracia, siempre tenemos miedo a montar sociedades o crear empresa. Y es que no es ningún secreto que todo esto implica gastos, papeleos, gestiones y todos esos temas que, en general, suelen ser bastante coñazo.
Pero cuando se gana dinero, lo cierto es que no hay otra forma más óptima de eludir fiscalmente.
Así que llegados a cierto punto, los papeleos, las gestiones y el gasto compensan. Compensan con creces.
Estudia tu situación y elige la mejor opción para ti
Ten en cuenta que, como te decíamos al principio, cada caso es un mundo. Y habrá muchas situaciones en las que este combo de empresas dentro y fuera de Europa no sea necesario.
Por ejemplo, si estás en España y te puedes acoger a los autónomos por módulos, es una opción de puta madre.
Si vendes servicios exclusivamente digitales, lo más seguro es que ni siquiera necesites una empresa dentro de España.
Y si eres residente fiscal en Portugal, es muy probable que no necesites repartirte dividendos.
Las opciones son muchísimas, y hay que adecuarlas a cada caso. Pero lo que debes tener claro es que no tienes que temer hacer crecer tu estructura societaria.
Al final, te sorprenderá ver cómo crece tu empresa y tus ingresos simplemente por el ahorro que supone que no te estén robando constantemente.